En esta ocasión vamos a hablar de una serie de televisión, disponible en HBO España desde el pasado mes de noviembre, llamada Future Man (El Hombre del Futuro). A priori no parece atractiva: tiene pinta de ser un poquito casposa y ridícula, el protagonista es un pagafantas y no tenía la menor intención de reencontrarme con el actor que lo interpreta. Siempre pensé que era la típica comedia estúpida de chiste fácil, pero, a decir verdad, aunque tiene mucho de esto, es una crítica ácida, salvaje y absurda de cientos de películas y series de ciencia ficción que, en muchas ocasiones, rizando el rizo, se convierte finalmente en un homenaje a todas ellas.
Se mete con todo, sin complejos y sin medias tintas, de la manera más bestia posible, eludiendo lo políticamente correcto, lo que es muy de agradecer en el mundo en el que vivimos. Desde Regreso al Futuro, que es la fuente de donde más bebe, hasta Avatar, pasando por Alien y Terminator. Tiene varios capítulos que van desde: ¡qué me estás contando!, hasta: ¡cómo te pasas!, pasando por: ¡pero qué brutos! En especial me quedó en la retina el monográfico que dedican a uno de los grandes del género, que es, simplemente, una sobrada tras otra.
Future Man son capítulos cortos con un ritmo que te va enganchando
Había quedado con amigos para hacer otras cosas y uno de ellos (que ya la había visto antes) nos dijo: vamos a ver un capítulo de una serie que es la caña a ver si os gusta y, sin poder evitarlo, nos la vimos del tirón en una tarde/noche/madrugada solo haciendo una parada para cenar. Con la excusa de que son capítulos cortitos, de una media hora, su ritmo te va enganchando, poco a poco, y no te suelta en los trece que tiene. Si bien, en los últimos abandona un poco la vis cómica para ponerse seria, un final distinto hubiera sido extraño de otro modo, deja muy abierta la puerta a una continuación (que ya ha sido pactada con Hulu, así que no debemos desesperar).
Antes he dejado caer mi desconfianza en Josh Hutcherson, ya que yo solo le conozco de la saga de Los Juegos de Hambre y de Viaje al Centro de la Tierra, y no me gustó nada en el papel de Peeta. Pensaba, equivocadamente, que iba a hacer otro personaje sin sangre, otro pringado, pero es que Josh Futturman (si es que hay coña hasta con el nombre del héroe principal) es una vuelta de tuerca de todos esos personajes sin futuro, de un mal llamado antihéroe, un patán sin más historia que limpiar las inmundicias de los demás.
Tanto él, como el resto del elenco, evolucionan, a lo largo de la serie, hacia otra cosa completamente distinta de lo que eran en principio. Se trata de un Camino del Héroe retorcido, como lo es casi todo en esta serie. Este desarrollo es brutal en todos y cada uno del trío protagonista. Es más, si ves el primer capítulo y el último, no los reconocerías.
La ambientación de las épocas por las que van pasando y la banda sonora están muy trabajas
Otro punto son las ambientaciones de las épocas por las que van pasando y la banda sonora que los acompaña, ambas muy curradas. Así como todos los personajes secundarios que los rodean. Encontraréis más de una cara conocida (aunque un tanto cambiada) entre ellos.
Termino intentando comentar lo menos posible de una serie que os hará disfrutar de lo lindo, muy recomendable y que ha sido el gran descubrimiento, para mí, de 2018, como lo fue Stranger Things en 2016. Aunque no os lo creáis, estas dos series tienen muchas cosas en común, como lo guiños a los clásicos de los ochenta y su toque retro. Solo voy a añadir, que la trama fundamental trata sobre un videojuego, lo que ya de por sí me llama y me repele con la misma intensidad, y de la obsesión que tenemos de ser el mejor en algo, aunque sea en pasarnos el último nivel de un juego que nadie se ha terminado nunca. Ahí lo dejo.