Tras meses de silencio volvemos para fijar nuestra mirada en una revisión. En esta ocasión os hablaré de La Liga de la Justicia, pero no de la que se estrenó en cines allá por 2017, sino de la versión del director Zack Snyder que salió en HBO en marzo de 2021. He de decir que coincido con la opinión mayoritaria de que es superior a la anterior, aunque tiene varios inconvenientes que la pueden hacer poco atractiva. Su gran hándicap es su duración, de casi 4 horas, y su formato de reproducción en 4:3, en vez del habitual 16:9, esto último es bastante chocante.
Sin embargo, el guion, que es lo que importa de verdad en una película, está muy por encima de su versión anterior: más completo, extenso y que no deja cabos sueltos, lo que lo convierte a su vez en menos comercial. Este punto fue el que hizo que Warner Bros cercenara la primera versión volviéndola mucho más corta y menos oscura, más happy, más Marvel (más Disney a fin de cuentas).
La Liga de la Justicia de Jack Snyder es más personal y mucho menos comercial
Mucho habéis leído sobre Disney en ente blog y casi todo han sido malas palabras, pero es que a las pruebas me remito. Cuando una productora mete la mano en una creación, casi siempre es para peor. La versión de La Liga de la Justicia de 2017 es comercial, tanto que es demasiado Marvel, perdiendo totalmente el rumbo que había optado DC para Batman vs Superman o para El Hombre de Acero. Sí, está claro que no son grandes filmes (o por lo menos a mí no me lo parecieron, como ya dije aquí), pero son diametralmente opuestos a las producciones de su competencia y esto es algo que alabar. Tener voz propia en este mundo es muy difícil, pero a Warner no le parecía suficiente.
También es cierto que ciertos problemas personales del director, Zack Snyder, le hicieron apartarse antes de su finalización y que su sustituto, Joss Whedon, la adaptó a su forma de entender el cine y a los mandatos de la productora, que es la que paga. Justo después del estreno de la cinta en cines, el fandom pidió que se estrenara la obra original, la que llamaron el Corte de Snyder o «Snyder Cut». En 2020 y tras varias negativas de Warner, por fin lo consiguieron. La verdad es que, en este caso, y sin que sirva de precedente, el fandom no se equivocaba.
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Siempre he sido más seguidor del universo Marvel, sus héroes me atraían más, pero he de reconocer que DC también tiene cosas interesantes como Batman.
Para concluir, voy a hablar más en profundidad de la película. Como ya he dicho en bastante mejor, una vez que te adaptas al formato. Es más oscura y, por lo tanto, menos cómica, pero peca de un par de cosas, perdonables, por su puesto. Si no tuviéramos una versión anterior ni las mencionaría. La primera es el comienzo de la película. Me parece infinitamente mejor el de la versión comercial a la de Snyder, sobre todo desde la escena inicial de Batman.
El sentimiento de pena y desesperanza que emana toda la escena, empastada a la perfección con la canción Everybody Knows de Sigrid, es fabuloso y muy superior a la de Snyder. Quizá sea una de las pocas cosas que hizo Joss Whedon mejor, la elección de un par de temazos para su banda sonora (la versión de Come Together de Gary Clark Jr., es otro ejemplo de ello, aunque no pegaría nada en «Snyder Cut»).
La segunda pega son ciertas conversaciones de Batman en la versión de 2017, sobre todo con Diana, que para mí son mejores que sus homólogas. Son detalles, lo sé, que además no menosprecian la calidad superior de la «Snyder Cut», pero son apuntes que yo hubiera conservado. Para desgracia de fandom, la línea oficial del Universo DC no va a seguir los derroteros de la «Snyder Cut», sino de la versión comercial, así que no veremos ciertos detalles que algunos seguidores estaban muy a gusto de ver.
Si tenéis oportunidad, ved la película y sacad vuestras propias conclusiones. Si os apetece, dejadnos un comentario en el blog o en cualquiera de nuestras redes sociales con vuestras impresiones. Que la disfrutéis.
